La explanada del sitio de memoria del estadio Nacional fue escenario, el pasado 8 de agosto, de un masivo acto solidario por la verdad y justicia para Julia Chuñil. La actividad, convocada por la Asamblea por Julia Chuñil y la unidad de las luchas -donde confluyen decenas de organizaciones sociales, políticas, estudiantiles, ambientales y de derechos humanos-, buscó visibilizar su desaparición y articular distintas causas que hoy se enfrentan a la represión y la impunidad en Chile.
Familiares de la dirigenta mapuche viajaron desde su territorio para participar del acto, compartiendo su testimonio y denunciando la falta de voluntad del Estado para esclarecer el caso. Las organizaciones convocantes y participantes subrayaron que la desaparición de Julia ocurre en un contexto de creciente militarización del territorio mapuche, donde confluyen intereses empresariales y extractivistas.
En ese contexto, Kristel Farías, integrante de Londres 38, espacio de memorias, tomó la palabra en el escenario y señaló:
"Creemos que es de suma importancia luchar contra las condiciones que permiten que la desaparición forzada sea una realidad que persiste en el presente sobre más de mil víctimas de la dictadura y al menos cuatro personas desaparecidas estando en poder de Carabineros. Condiciones que también han garantizado la impunidad de estos crímenes, permitiendo su repetición. Durante la dictadura civil-militar, 77 mujeres luchadoras sociales fueron detenidas y desaparecidas por sus pensamientos y acciones emancipadoras. Muchas más fueron secuestradas y torturadas por agentes del Estado. El mismo Estado que en la actualidad crea nuevas fórmulas de impunidad para los perpetradores, que en lugar de cumplir condenas en la cárcel, son enviados a sus casas por la Corte Suprema, como denunciamos esta semana".
"Las permanencias de las injusticias de la dictadura permiten y favorecen situaciones como la de Julia Chuñil. En este contexto de ausencia de garantías de no repetición, demandamos a los poderes del Estado de Chile a responder con la verdad, como lo exigió la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Deben redoblar la búsqueda de Julia y proteger a su familia, la que ha recibido hostigamientos y presiones indebidas en lugar de avances efectivos de investigación", agregó.
"Por último, ponemos énfasis en la relación de complicidad entre el Estado y el empresariado imperante desde la dictadura, la que sustenta un modelo económico explotador y extractivista. Nos preguntamos otra vez, en pleno 2025, en el supuesto ejercicio de la democracia: ¿Dónde está Julia Chuñil? ¿Qué ha hecho el Estado de Chile por encontrar a una mujer mapuche, defensora de la tierra y del medioambiente, amenazada permanentemente por el poder económico, por su rol de luchadora? Por los y las detenidas desaparecidas en dictadura y en democracia. Toda la verdad y toda la justicia. Porque la desaparición forzada es presente. Nos seguiremos preguntando hasta el último día: ¿Dónde están?", cerró.
Durante la jornada se expresaron demandas como la desmilitarización del Wallmapu, la derogación de leyes represivas como la Naín-Retamal y la nueva ley antiterrorista, el fin de la criminalización de la protesta social, el término de las AFP y la ruptura de relaciones diplomáticas, comerciales y militares con Israel en solidaridad con el pueblo palestino. También hubo un fuerte énfasis en la defensa del medio ambiente, el derecho a la autodeterminación de los pueblos y la protección de las comunidades.
En el escenario, intervinieron referentes de movimientos estudiantiles, sindicales, ambientales, feministas y de memoria. Participaron organizaciones mapuches, colectivos dedicados a la defensa de la tierra y el agua, agrupaciones de familiares de víctimas de la dictadura y de la revuelta social, además de colectivos comprometidos con la solidaridad internacional. La pluralidad de voces y luchas presentes construyó una poderosa imagen de unidad frente a las políticas de represión.
La dimensión cultural del acto fue igualmente protagónica. Sobre el escenario se presentaron artistas como Mauricio Redolés, Evelyn Cornejo, Banda Conmoción, Tomo como Rey, Luanko, Daniela Millaleo, Los Peores de Chile, Ketrafe y Waikil, entre otros. La música, la poesía y las performances estuvieron al servicio de la memoria y la denuncia, acompañadas de banderas, lienzos y pancartas que reclamaban justicia.
La actividad cerró con un llamado a no dejar el caso de Julia en el olvido y a fortalecer la articulación entre causas y movimientos. El mensaje que atravesó la jornada fue claro: mientras existan desapariciones forzadas, represión estatal y explotación de los territorios, la organización y la solidaridad seguirán siendo las herramientas fundamentales para enfrentar la impunidad y defender los derechos de los pueblos.
Invitamos a ver el reels de la actividad, disponible en nuestras redes sociales. La memoria y la justicia siguen vivas y presentes.