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Entrevista realizada por tallerdigital.uchile.cl

Felipe Aguilera, del Área de Memorias de Londres 38: "El desafío ha sido que siga funcionando la dimensión interactiva presencial del sitio de memoria"

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Publicado el 12 de noviembre de 2025

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A 17 años de su primera apertura, el sitio de memoria Londres 38 cerró sus puertas para comenzar un proceso de reconstrucción de su infraestructura. Felipe Aguilera, licenciado en Educación y profesor de Historia y Geografía, trabaja desde 2011 en este espacio y comparte sus visiones sobre los desafíos de educar sobre memoria en Chile, el peligro de los discursos negacionistas y sus proyecciones para el futuro de Londres 38.

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" (…)Londres 38, espacio de memorias, comunica que cerrará las puertas del inmueble para por fin, y luego de años de esfuerzos y gestiones de nuestra organización, comenzar las obras de restauración bajo la dirección del Ministerio de Obras Públicas y con financiamiento del Gobierno Regional y Subdere, las que se extenderán por dos años", así versa el primer párrafo del comunicado que publicó el espacio de memorias en sus redes sociales el 22 de mayo de 2025.

Para efectos de esta entrevista, Felipe Aguilera abrió las puertas de la casa ubicada en pleno Barrio París-Londres a pasos de la Iglesia San Francisco. Al caminar hacia el inmueble lo que llama la atención son las placas de hierro que se camuflan entre los adoquines de la calle Londres. En ellas están los nombres, edades y la militancia de las personas ejecutadas y detenidas desaparecidas que pasaron por el lugar entre septiembre de 1973 y 1975, cuando fue ocupado por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) como centro de detención, tortura y exterminio.

Desafíos

Al ingresar se vislumbran paredes altas pintadas de color blanco, agrietadas por el paso del tiempo. La mayoría tiene pegados afiches, fotografías, mapas y dibujos de niños que dan cuenta de las actividades, visitas y conversaciones que se han desarrollado. Felipe Aguilera comenta que actualmente están a la espera de que una constructora se adjudique el proyecto de reconstrucción. Esto permitirá proteger el estado de conservación del único de los cuatro principales centros clandestinos de la DINA en Santiago que no fue destruido, y que por lo tanto, conserva un alto nivel de integridad y autenticidad en su infraestructura.

Para enfrentar este proceso, el equipo de trabajo se preparó durante dos años para tener una base de planificación como equipo con actividades y proyectos con agrupaciones de memoria, colegios y municipios que permitan continuar con la labor que realiza Londres 38, más allá de su espacio físico.

"Y el desafío ha sido hacer que siga funcionando esta dimensión interactiva presencial del Sitio de Memoria porque también hay un un cúmulo de interacciones y un quehacer de Londres 38 en lo digital, donde somos un poco referentes de opinión reflexionando sobre la contingencia, pero no somos una ONG, no somos amnistía internacional. Somos un sitio de memoria ante todo. Ahora el desafío es cómo en ese contexto, seguimos dando valor al sitio de memoria propiamente tal. Entonces, por ejemplo, sacamos fotografías a todas las intervenciones que se hagan afuera. Estamos haciendo rutas por el barrio para mantener una actividad que tenga que ver con la órbita del sitio, pero principalmente estamos transitando por colegios, universidades y varios territorios", afirmó Aguilera.

Trabajar con Memorias en Chile

Fue en el año 2011, gracias a un concurso público, que Felipe Aguilera llegó a conformar parte del equipo del Sitio de Memoria. En la actualidad se desempeña como coordinador del Área Memorias y miembro de la Mesa de trabajo Londres 38, espacio de memorias. Desde esta área, que integra pedagogía, mediación y públicos, se encarga de gestionar el contacto humano con grupos que están interesados en la historia de Londres 38 desde una perspectiva pedagógica o bien, enfocada en propiciar el proceso de memoria en diversos territorios. "Por eso se llama área memorias porque se pensó como un área que más bien interactuara y trabajara con las memorias de las personas y los grupos que se convocan hacia Londres 38. Y ahora que estamos cerrados, desde Londres 38 hacia distintos espacios", agregó.

- ¿Te gusta el trabajo que realizas?

- Sí, me gusta mucho. Yo soy profesor de Historia y Geografía, entonces, es como bacán poder desenvolverme profesionalmente en un espacio que tiene un sentido de compromiso social y político. Creo que no todas las personas pueden disfrutar de ese junte y si bien todo espacio laboral tiene su posibilidad y limitaciones, aquí yo creo que las posibilidades son mucho más que las limitaciones.

- ¿Según tu experiencia, cuáles son los principales desafíos de trabajar en sitios de memoria en Chile?

- El principal desafío es lo que genera la temática de la dictadura en la sociedad chilena. Incluso a nivel de sala de clases porque nadie cuestiona el Teorema de Pitágoras cómo se hace con los contenidos asociados a la dictadura cuando corresponde trabajarlo. Entonces, trabajamos con un tema complejo. Esa complejidad es un desafío, que es sorteable dentro de esa complejidad y otras sub complejidades como la noción de que esta temática no se puede trabajar con niñeces. Por otro lado, es un desafío a partir de las contingencias y frente al creciente negacionismo y a la tribuna comunicacional que tienen discursos que defienden abiertamente el terrorismo de Estado, y cómo eso también es el barómetro de una sociedad que al parecer podría incluso permitirse eventos similares a los de de la dictadura.

-¿Cuál es la importancia de la labor de memoria y educación que realiza Londres 38 frente a los discursos negacionistas actuales?

- Bueno, Londres 38 siempre planteó la memoria desde una óptica que conecta con cómo yo la recibía, la entendía, la vivía, la practicaba, es decir: una disputa en relación a los significados, a los sentidos del pasado, al presente, al futuro. Entonces, está esa frase de "la persistencia de la memoria" y también está "la persistencia del negacionismo". Hay discursos que afirman que los desaparecidos se fueron y abandonaron a sus familias, y que están presentes desde el momento en que estaban haciendo desaparecer a las personas propiamente tal. Entonces, es importante esa persistencia y en el caso de Londres 38, buscando que este enfoque de la memoria social y movilizador conecte con distintas luchas, o nosotros conectarnos con distintas luchas que tienen que ver con las herencias de la dictadura.

En esta línea, Felipe Aguilera destaca la labor de denuncia de los casos de detenidos desaparecidos en democracia que ha realizado Londres 38 a través de campañas y por medio de la difusión en plataformas digitales. Entre ellas, destacan la Intervención Urbana por José Huenante: «¿Dónde está?, ¿Dónde están?» que en el Día Internacional del Detenido Desaparecido del año 2011, permitió que muchas personas conocieran la historia del joven mapuche de 16 años que fue detenido por carabineros en Puerto Montt el 3 de septiembre de 2005 y que a la fecha se desconoce su paradero.

- ¿Cómo crees que se pueden acercar los sitios de memoria a la población?

- Primero decir que la población en general ya se aproxima a los sitios de memoria y que desde el sistema escolar hay una demanda permanente de visitar este tipo de lugares. Desde el ámbito académico universitario también, y yo creo que eso es importante mantenerlo, potenciarlo, reflexionarlo. Yo creo que los sitios de memoria se acercan a la población en la medida en que se difumina un poco esto de ser como un nicho y siempre hablarle a la misma gente. Se difumina primero como una relación simbiótica, en la medida en que las personas asumen que aquí hay algo importante sobre lo que reflexionar a nivel país, a nivel humano, a nivel presente. Esto se produce en la medida en que los sitios de memoria se dan cuenta de que hay que hablar más allá del ámbito de los sitios de memoria, y saber permearse de las visiones de cómo nos ven afuera los distintos anillos de de audiencias que podamos tener.

- Incluso escuchar a quienes no piensan como uno y quizás no ver allí únicamente a un facho pobre, sino una persona que ha sido muy bien socializada por un sistema que promueve cierta forma de pensamiento que busca alejar a la gente de estos lugares.

Proyecciones de la labor de Londres 38

En la actualidad, al no existir una Ley de Sitios de Memoria que asegure un financiamiento fijo, la mayoría de estos espacios dependen de fondos concursables anuales otorgados principalmente a través del Programa de Sitios de Memoria del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural para acceder a recursos. En esta línea, según Amnistía Internacional Chile, los sitios de memoria hoy se enfrentan a diversos desafíos, entre ellos el financiamiento precario y discontinuo, inestabilidad institucional, infraestructura deteriorada y sobreexigencia a los equipos humanos que hoy los mantienen.

- ¿Qué esperas para el futuro de Londres 38?

- Espero que siga existiendo por muchos años más. Eso está aparejado al tema del presupuesto y el financiamiento de este tipo de proyectos y los sitios de memoria. El financiamiento a estos espacios se discute año a año en el Parlamento y en la medida también que hay un Parlamento más negacionista o abiertamente defensor de la dictadura, contrario a este tipo de espacio, las votaciones a nivel de presupuesto están tendiendo más hacia el lado de que no haya financiamiento. Es muy probable que Londres 38 siga, pero ya no con la misma fuerza y capacidad de incidencia que tenemos en este momento.

-Esperan seguir funcionando como espacio de memorias…

- Seguir funcionando y seguir generando conexiones también con distintos sectores sociales porque en verdad los discursos de gente que le encantaría volver a tirar personas al Mapocho van en alza y Chile, yo siempre he dicho, desde la revuelta que está a tres acontecimientos históricos de una nueva sociedad o de una nueva dictadura.

- Como que esa es un poco la impresión, al menos para mí como persona que no soy sobreviviente de la dictadura, sino que también llegué aquí en algún momento como un joven que criticaba también a este mundo en relación a que la democracia no es garantía para que no maten personas bajo un discurso de enemigo interno. (…) Entonces, al menos mi pretensión es hacer sentir la urgencia de que las cosas no hay que abordarlas cuando estallan en la cara, sino cuando, como dice el poeta chileno Rodrigo Lira, "el futuro es de quien lo ve primero" y tenemos hoy sobre la mesa muchos indicadores como para tomar acción, cuidado y no subestimar que estos discursos solo son herramientas desde el TikTok, sino que hay gente que en verdad quiere llevar la sociedad a otros carriles. Sin que eso tampoco nos someta a las ilusiones de la socialdemocracia y que si gobierna un sector que no sea de derecha, todo va a estar bien, también creo que esa visión hiper-optimista ha hecho mucho el juego para que gane terreno este otro tipo de discurso.

Entrevista realizada y publicada originalmente por tallerdigital.uchile.cl

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