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Barrio París-Londres muestra todos sus encantos

La Corporación del Patrimonio Cultural de Chile invita a recorrer este invaluable espacio arquitectónico, declarado zona típica.

Por Maureen Lennon Zaninovic (publicado en diario El Mercurio, el 25 de mayo de 2008).-

Caminar en un día de invierno le da un sabor muy particular a esta zona típica.

Es un viaje que invita a descubrir la historia, las inolvidables callejuelas, donde, entre 1922 y 1923, los franciscanos tenían su segundo claustro y huertos.

Hoy se alzan casas de un valor patrimonial indiscutible, destacando la neocolonial diseñada por Cruz Montt (actual sede de la Sociedad de Historia y Geografía y de la Corporación del Patrimonio Cultural), el renacentista inmueble italiano de Ricardo Larraín en Londres 63, la beauxartiana de Alberto Álamos en la esquina surponiente de Londres con París y la neoclásica francesa, con influencias barrocas, del arquitecto Knockaert en Londres 70.

"Uno de los grandes méritos de este nuevo barrio es la creación de un espacio que sigue la línea historicista, donde conviven con armonía los más diversos estilos arquitectónicos", señala Sergio Martínez Baeza, presidente de la Sociedad de Historia y Geografía y secretario general de la Corporación del Patrimonio Cultural de Chile.

Este domingo, la sede de esta sociedad abrirá sus puertas al público, desde las 10:00 a las 15:00 horas (Londres 65). "Habrá visitas guiadas para recorrer esta hermosa casa de tres pisos, con sus salones de reuniones y valiosos cuadros al óleo, uno de ellos de Fray Pedro Subercaseaux, junto a los retratos de los antiguos presidentes de la institución".

Martínez Baeza destaca la protección de este barrio y el esfuerzo de la Municipalidad de Santiago por salvaguardar el sector, "pero aún nos queda mucho por hacer. Da pena ver cómo algunos han ensuciado algunas fachadas y señaléticas. Si duda, es importante cuidar el patrimonio material, pero también es necesario que los chilenos conozcan y sientan propia la historia de esta zona típica".

El impulsor
Buscador de oro, empresario de aseo público, creador del Cine Normandie, Ernesto Holzmann impulsó en Santiago, en los inicios del siglo XX, importantes rincones urbanos como las calles Huelén y Almirante Montt, siendo su mayor obra el celebrado barrio París-Londres.

La historia es relatada por el cronista Miguel Laborde, quien agrega:

"Ernesto nace en Valparaíso. (...) Adolescente empleado en un banco del puerto, pronto comienza a comprar y vender papeles, origen de su primer capital. Casado a los 21 años, después del terremoto de 1906, quedó en la calle, literalmente, sin más bien que un reloj".

Tendrá que empezar de nuevo, agrega Laborde, y a eso se suma que el gran Valparaíso del siglo XIX e inicios del XX tenía sus días contados, por culpa del Canal de Panamá. "Holzmann decide emigrar a la capital. Amante de la vida urbana, del caminar -nunca manejó vehículos-, se dio cuenta de que la capital carecía de barrios atractivos cercanos al centro, donde la gente pudiera vivir y trabajar o estudiar desplazándose a pie". Caminando encontró un amplio terreno junto a la Iglesia de San Francisco, de 32 mil metros cuadrados, que la orden había vendido a Walter Lihn. Se asoció a Roberto Araya, personaje conocido en la época, y desarrollaron el terreno ubicado entre la Alameda y Alonso Ovalle, San Francisco y Serrano. Gracias a su impulso, hoy es posible caminar por este barrio de calles serpenteantes, plazuelas y edificaciones parejas.

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