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Partió ciclo "Literatura y memoria" en Londres 38

Publicado el 21 de diciembre de 2010

Unas 50 personas, entre escritores, poetas, gente de teatro, integrantes de colectivos de memoria y activistas de los derechos humanos, asistieron el pasado 21 de diciembre al inicio del ciclo "Literatura y memoria", en Londres 38.

La iniciativa forma parte de las actividades de Londres 38, espacio de memorias, que buscan establecer lazos con los distintos mundos de las artes que indagan sobre la historia pasada y reciente, en la que participó el escritor radicado en París Bernardo Toro, quien presentó un adelanto de su libro sobre la memoria y la represión política en Chile.

Todo partió con la lectura dramatizada, por dos actores y una actriz, del capítulo Londres38 de la novela de Bernardo Toro, quien luego expuso sus ideas literarias y al final hubo un intercambio de opiniones entre los asistentes y el autor.

La narración de los tres lectores actores, muy apegada a los testimonios desgarradores y realistas de las víctimas de la tortura, fue una verdadera provocación a los presentes. Por casi veinte minutos se desplegó un relato crudo sobre el trato que recibían los militantes interrogados.


El autor hizo referencia a su historia personal desde su arribo a Francia a los 17 años en 1983 y recalcó que no fue "víctima directa de la dictadura". Afirmó que la memoria sólo es posible ponerla en acto después de tres generaciones de haber sucedido los hechos, puesto que las dos primeras generaciones tratan de olvidar el trauma y que el instrumento por excelencia de la memoria es la literatura.

Esto porque es la única que puede "precisamente relanzar el trabajo de memoria. En tanto que hecho histórico, el acontecimiento pertenece al pasado y deja de concernir a las nuevas generaciones, pero como hecho literario se vuelve presente, eternamente presente". Toro dijo que sólo un escritor que puede tomar distancia de los acontecimientos sucedidos - y para evitar la autocensura escribe en francés-, está en condiciones de refrescar la memoria, darle sentido y situarla en una perspectiva fecunda, "metafórica", vale decir poética.

Durante el debate parte del público valoró la obra del autor. Pero también hubo puntos de vista críticos, como expresó la reconocida escritora Diamela Eltit , quien apuntó que no sólo la literatura puede reconstruir la memoria, sino también las ciencias sociales, así como las luchas sociales y políticas por la memoria juegan un rol importante y puso el ejemplo de la lucha de los colectivos de Londres 38. Agregó que aunque no conocía el texto completo y era difícil tener una visión global, se le otorga a la protagonista un rol subordinado, puesto que se entiende que es víctima de torturas por una relación afectiva y no por ser militante, introduciendo tonos melodramáticos en la narración que había que manejar con precaución.

Otro escritor apuntó al hecho que el texto recitado se acerca más a una expresión teatral que narrativa propiamente tal. Algunos participantes hicieron referencia al rol de la memoria en la actualidad, como un factor que contribuya defender los derechos humanos que hoy son vulnerados.

Al final, el público planteó la idea de continuar desarrollando con otros escritores presentaciones y debates que le den continuidad a las reflexiones sobre Literatura y memoria.

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