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La hipocresía del diputado Alberto Cardemil

Publicado el 14 de enero de 2011

El ex funcionario civil de la dictadura militar Alberto Cardemil -ante una selecta audiencia que incluía a generales retirados que han sido acusados en procesos por violaciones a los derechos humanos, ministros del actual gobierno, parlamentarios de la derecha y la Concertación- dijo que se sentía políticamente responsable de aceptar "la aberración de que los hechores de muchos delitos no entregaran los cuerpos de los muertos a las familias", en alusión a los detenidos desaparecidos.

Cardemil, que ocupó varios cargos en la dictadura de Pinochet, entre ellos el de subsecretario del Interior entre 1986 y 1989, añadió que "en lo político doctrinario aceptamos, los civiles que estábamos en el gobierno, plazos demasiado largos para gobernar".

El actual diputado de Renovación Nacional nada dijo, sin embargo de la política de terrorismo de Estado que aplicó el régimen desde el momento mismo del golpe militar de 1973. Cuando Cardemil era subsecretario del Interior hubo estado de sitio, fueron asesinados cuatro profesionales en represalia al atentado contra el dictador, desaparecieron cinco jóvenes en 1987 y fue asesinado Jecar Neghme, incluso después del plebiscito de 1988, el mismo en el que Cardemil intentó cometer fraude a través de la retención de los resultados.
Cardemil no sólo fue parte de un régimen represivo cívico-militar que cometió crímenes de lesa humanidad, sino también ha apoyado diversas formas de impunidad, se hizo parte de las denuncias sobre "falsos desaparecidos" y ha acusado a los mapuche en huelga de hambre de "violentistas".

Por eso es hipócrita el tardío intento de "mea culpa" que hace el ahora parlamentario, quien se escuda en el desconocimiento e insiste en que "nadie puede reprocharnos estar legítimamente orgullosos de los avances y luces después del gobierno militar (...)", al tiempo que reconoce con cinismo que "también hubo sombras. Los que estuvimos en el gobierno militar sabemos ahora en toda su extensión, la comisión de delitos y crímenes sin justificación moral alguna. No puedo sino aceptar la necesidad de que los que estuvimos en cargos públicos, asumamos la responsabilidad que nos corresponde".

En realidad lo que corresponde es que Cardemil entregue a la justicia toda la información que tiene sobre los crímenes y la maquinaria represiva, en la que participó, difundiendo información falsa sobre los asesinatos y desaparición forzada de quienes resistían a la dictadura.

Si Cardemil realmente siente responsabilidad en los atropellos a los derechos humanos debe entonces usar su cargo de parlamentario para aprobar todas las leyes pendientes contra la impunidad y los tratados internacionales que aún esperan la ratificación de Chile. De lo contario, es mejor que se inhabilite de seguir ocupando un sillón en la Cámara de Diputados.

Asimismo, Londres 38, espacio de memorias, rechaza la actitud de aquellos parlamentarios opositores que buscan pactar acuerdos que pueden llevar al país a una situación de mayor impunidad de los crímenes cometidos por la dictadura y que, de paso, ayudan a blanquear a personeros civiles del régimen militar, como es el caso de Alberto Cardemil.

Londres 38, espacio de memorias
Santiago, enero de 2011.

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