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Carta abierta al director del Museo de la Memoria

Publicado el 22 de abril de 2015

El pasado 22 de abril, Londres 38, espacio de memorias, envió una carta abierta al director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Ricardo Brodsky, en la que cuestionó el trato privilegiado que recibieron las esposas de dos opositores venezolanos, y además el intento por comparar el gobierno de Venezuela con el Chile de Pinochet, en cuanto a violaciones a los derechos humanos. El directorio del museo se hizo cargo de la respuesta. A continuación están los textos del intercambio epistolar:

Señor Ricardo Brodsky
Director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos
Presente

Estimado señor Brodsky:

Para Londres 38 espacio de memorias resulta preocupante el recibimiento realizado por el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos a las venezolanas Lilian Tintori y Mitzi Capriles, esposas de Leopoldo López y Antonio Ledezma respectivamente.

Por cierto que cualquier persona debe tener el derecho de conocer y recorrer el museo libremente. Sin embargo, no todas las personas que visitan el museo reciben el trato y dedicación mostrada por su director Ricardo Brodsky, ni son objeto de la publicidad desplegada en esta ocasión, así como tampoco acceden al auditorio principal para realizar reuniones de opositores de un gobierno. Lo anterior es un motivo de preocupación de las organizaciones que también trabajamos en torno a temas de memoria y derechos humanos.

El Museo de la memoria tiene dentro de su visión el "ser un espacio que contribuya a que la cultura de los derechos humanos y de los valores democráticos se conviertan en el fundamento ético compartido". Resulta preocupante que a partir de dichos fundamentos, reciba y facilite sus instalaciones a personas que intentan situar como víctimas de persecución política, a quienes de manera abierta y pública incitaron y promovieron un golpe de Estado en Venezuela en contra del actual gobierno elegido democráticamente.

Más allá de las legítimas opiniones respecto a la gestión del gobierno del presidente Nicolás Maduro, creemos que no existen fundamentos para comparar la situación actual de Venezuela con la persecución política, la represión y la violación sistemática e intencionada de derechos humanos realizada por la dictadura cívico militar en Chile. Algunas personas pertenecientes a partidos de la Nueva Mayoría han intentado instalar este precedente desvirtuando de manera arbitraria la experiencia histórica chilena y venezolana.

Creemos que un espacio tan relevante como el Museo de la Memoria, en materias de difusión de los derechos humanos y promoción de valores democráticos, no debiera prestarse para facilitar el trabajo de quienes justamente han buscado promover lo contrario. No pueden desconocerse las declaraciones de López y Ledezma, que en momentos críticos de la democracia venezolana, se han posicionado abiertamente en contra de su continuidad y respeto a la institucionalidad democrática vigente.

Ante este escenario, creemos necesario que el Museo aclare su posición al respecto, puesto que no parece compatible la misión de promover valores democráticos con la recepción dedicada a estas personas. Tampoco resulta claro que este sea un trato equitativo o pluralista para todas las causas y demandas sociales y políticas, ya que no se ha observado la misma reacción y dedicación en casos de persecución y/o violaciones a los derechos humanos que se han producido en nuestro país en el presente.

El Museo de la Memoria fortalecerá su labor y alianzas con organizaciones como la nuestra, en la medida que sea consecuente con su misión y fundamentos de promover la democratización, especialmente en nuestro país.

Londres 38, espacio de memorias

Santiago de Chile, 20 de abril de 2015.

Ver Carta a Londres 38

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